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GRUPO FOLKLÓRICO Y EXPERIMENTAL NEWYORQUINO


Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino

14 de Noviembre de 2008

- José Simián, Nueva York

Lugar: Hostos Community College, Nueva York
Fecha: 1 de noviembre de 2008


Era una noche histórica: el Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino reunido tres décadas después de grabar sus dos legendarios vinilos y presentándose por primera vez en El Bronx, el lugar en que había nacido. El maestro de ceremonias, el locutor Nando Albericci, incluso salió al escenario con ambos discos bajo el brazo ("Concepts In Unity", 1976, y "Lo dice todo", 1977), como si tuviera que pellizcarlos para saber que era cierto.Con una reformada alineación de 16 músicos —entre cuyas novedades destacaban el legendario guitarrista Israel Berríos y el ascendente percusionista y vocalista Pedrito Martínez, de Yerba Buena— el grupo abrió la noche con su elegante versión del clásico "Anabacoa" (que se entrelaza con sus orígenes como "Conjunto Anabacoa"). Y cuando el insigne Manny Oquendo realizó un solo de timbales que decía tanto con cada golpe como con cada impredecible silencio, al igual que cuando todo el conjunto apagó la canción en un perfecto decrescendo, ya estaba claro que esa noche la sutileza y el virtuosismo, lo individual y lo colectivo, irían de la mano.Tras las descargas desatadas por la cómica "Carmen La Ronca" —en la que se lució el tres de Nelson González— llegó la ancestral "Iya Modupue", donde comenzaron a verse las señas de que el héroe de la noche podía ser Martínez: el integrante más joven del conjunto lideró con su canto y tambores una poderosa sinfonía de voces y percusión. El sobrio virtuosismo continuaría después con "Se me olvidó que te olvidé", que le abrió la puerta a un sorprendente diálogo entre la voz de Jorge Luis Maldonado y el violín de Ali Bello. Con "Coballende", el turno de lucirse fue para la voz de Abraham Rodríguez y el piano del miembro original del conjunto, Óscar Hernández.En la segunda parte le correspondió pasar al micrófono el veterano Israel Berríos, quien emocionó entonando la canción de su ex compañero de armas Arsenio Rodríguez, "La vida es sueño". Pero el momento más "experimental" de la noche se produjo después: un tema que comenzó a dibujarse como notas de jazz en la trompeta de Jerry González y las cuerdas del contrabajo de su hermano Andy, para luego transformarse en una versión afrocaribeña de "Perdón" del mexicano Óscar Chávez. Cuando todo era ritmo, la trompeta de González se enfrascó en una poderosa conversación con la voz de Martínez, quien, no contento con ello, terminó de robarse la noche haciendo un solo de baile.Si lo que el Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino quería demostrar sobre el escenario era que el arco de la música latina se extiende de África al jazz, haciendo paradas en la rumba, plena, el son o el bolero entre muchos estilos, sobre el escenario del Hostos College las pruebas sobraron. Más que el impresionante abanico de recursos y conceptos musicales, sin embargo, lo que la agrupación derrochó esa noche fue el buen gusto capaz de convertir canciones populares en piezas de museo.


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